lunes, 7 de julio de 2014

EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO

Si formulamos el juicio: “el sol calienta la piedra”, lo hacemos fundándonos en determinadas percepciones. Vemos como el sol ilumina la piedra y comprobamos tocándola que se calienta paulatinamente. Para formular este juicio nos apoyamos, pues, en los datos de nuestros sentidos – la vista y el tacto – o, dicho brevemente, en la experiencia.
Pero a nuestro juicio presenta un elemento que no está contenido en la experiencia. Nuestro juicio no dice meramente que el sol ilumina la piedra y que esta se calienta, sino que afirma que entre estos dos procesos existe una conexión intima, una conexión causal. La experiencia nos revela que un proceso sigue al otro. Nosotros agregamos la idea de que un proceso resulta del otro, es causado por el otro. El juicio: “el sol calienta la piedra” presenta, según este, dos elementos, de los cuales el uno procede de la experiencia, el otro del pensamiento. Ahora bien; cabe preguntar: ¿Cuál de estos dos factores es el decisivo? La conciencia cognoscente, ¿se apoya preferentemente, o incluso exclusivamente, en le experiencia o en el pensamiento?

Bibliografía

Documento utilizado con fines académicos


Hessen Juan, teoría del conocimiento, libro de edición popular.

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