El subjetivismo,
el relativismo y el pragmatismo son, en el fondo,
escepticismo. La antítesis de este es, como hemos visto, el dogmatismo. Pero
hay una tercera posición que resolvería la antítesis en una síntesis. Esta posición
intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo se llama el criticismo (examinar). El criticismo
comparte con el dogmatismo la
fundamental confianza en la razón humana. El criticismo está convencido de que
es posible el conocimiento, de que hay una verdad. Pero mientras esta confianza
induce al dogmatismo a aceptar despreocupadamente, por decirlo así, todas las
afirmaciones de la razón humana y a no reconocer límites al poder del
conocimiento humano, el criticismo, próximo en esto al escepticismo, une a la
confianza en el conocimiento humano, en general, la desconfianza hacia todo
conocimiento determinado. El criticismo examina todas las afirmaciones de la razón
humana y no acepta nada despreocupadamente. Donde quiera pregunta por los
motivos y pide cuentas a la razón humana. Su conducta no es dogmática ni escéptica,
sino reflexiva y critica. Es un término medio entre la temeridad dogmática y la
desesperación escéptica.
Bibliografía:
Hessen Juan, teoría del conocimiento, libro de edición popular, paginas 46,
47,48 - Documento utilizado con fines académicos
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