martes, 26 de mayo de 2015

NECESIDAD DE CRITERIOS CLAROS PARA UNA DEFINICIÓN DE CIENCIA E INVESTIGACIÓN.

Quedaría un problema por definir, y es exactamente el saber que es ciencia y que es investigación. El genio mexicano Rosenblueth (compañero de Wiener en la creación de la cibernética) le dedica todo un capítulo de su libro “El método científico”, en el cual comienza diciendo que probamente la mejor respuesta obtenible es la de que la ciencia es el tema del cual tratan los libros y revistas científicas y que el método científico es el que siguen los hombres de ciencia en sus laboratorios o gabinetes cuando se dedican a la investigación científica. Obviamente esto es tautología y así lo debió comprender el maestro Rosenblueth cuando se declara insatisfecho con esta descripción.

Por eso prosigue en la búsqueda de una definición. Halla la de Julián Huxley: La ciencia es sentido común y la encuentra trivial, por lo difícil que es definir que es sentido común y porque este, además, hace generalizaciones que no se ocupan de comprobar. Cita la de otro ingles, Woodeger, en sus principios biológicos que dice: una ciencia es un conjunto sistematizado de proposiciones que se refiere a un tema determinado. Y agrega Rosenblueth, humorísticamente: de acuerdo con esta definición, una colección de chistes sobre los pericos, en que aparecieran estos por orden alfabético, sería un tratado científico. Finalmente, la que más le gusta y con la que queda es con una de su propio peculio: la ciencia empieza y acaba siempre con la naturaleza, en una realidad externa que se postula. La observación científica se reduce, en última a una serie de mediciones. Pero las medidas por si solas no constituyen una aportación científica.

Aunque ya tenemos una Sociedad Colombiana de Epistemología que se reúne muy puntualmente y que se ha ocupado de estas inquietudes, las he traído precisamente para demostrar que la definición del problema no es sencilla.


¿Qué es investigación científica? ¿En cuantas ocasiones nos someten proyectos que solo consisten en contar cosas, desde glóbulos rojos hasta accidentes de tránsito, y tratan de pasar como proyectos de investigación sin siquiera preocuparse por establecer una hipótesis de trabajo y unas posibles conclusiones? ¿Podemos aceptar en el futuro que estos contadores de cosas sean calificados como investigadores y se les otorgue la investidura de tales? a mi parecer, este simposio deberá dedicarse de lleno a tratar de establecer  los requisitos mínimos que una persona debe llenar para ser clasificada como investigador científico. Entre ellos se podría contar las características de su formación de pregrado, la categoría y el número de trabajos publicados (Cuantos se publican en “journals” internacionales por año),  la categoría y la pertinencia de su investigación básica o aplicada, su rol dentro de la comunidad científica, etc.

Bibliografía: Bierman Enrique, metodología de la investigación y del trabajo científico, Unidad Universitaria del Sur de Bogotá, Unisur, Bogotá 1990.  Varias páginas. Documento tomado con fines académicos.

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