jueves, 8 de octubre de 2015

LA ESENCIA DE LA FILOSOFIA - PARTE IV

Estos sistemas existen, en efecto. Acerca de muchos productos del pensamiento cabe dudar que deban considerarse como filosofía. Pero toda duda de esta especie enmudece tratándose de otros numerosos sistemas. Desde su primera aparición, la humanidad los ha considerado siempre como productos filosóficos del espíritu, ha visto en ellos la esencia misma de la filosofía. Tales sistemas  son los de Platón y Aristóteles, Descartes y Leibniz, Kant y Hegel. Si profundizamos en ellos, hallamos ciertos rasgos esenciales comunes, a pesar de todas las diferencias que presentan. Encontramos en todos ellos una tendencia a la universalidad, una orientación hacia la totalidad de los objetos en contraste con la actitud del especialista, cuya mirada se dirige siempre a un sector mayor o menor de la totalidad de los objetos del conocimiento, hallamos aquí un punto de vista universal o que abarca la totalidad de las cosas. Dichos sistemas presentan, pues, el carácter de la universalidad. A este se añade un segundo rasgo esencial común: la actitud del filósofo ante la totalidad de los objetos es una actitud intelectual, una actitud de pensamiento. El filósofo trata de conocer, de saber. Es por esencia un espíritu cognoscente. Como notas esenciales de toda filosofía se presentan, según esto: 1. La orientación hacia la totalidad de los objetos; 2. El carácter racional, cognoscitivo, de esta orientación.

Bibliografía: Hessen Juan, teoría del conocimiento, libro de edición popular, paginas 11,12,13,14,15, 16, 17,18, 19, - Documento utilizado con fines académicos