martes, 22 de marzo de 2016

EL DOGMATISMO - PARTE II

Este hecho de que el conocimiento no sea todavía un problema para el dogmatismo descansa en una noción deficiente de la esencia del conocimiento. El contacto entre el sujeto y el objeto no puede parecer problemático a quien no ve que el conocimiento representa una relación. Y esto es lo que le sucede al dogmatico. No ve que el conocimiento es por esencia una relación entre el sujeto y un objeto. Cree, por el contrario, que los objetos del conocimiento nos son dados absolutamente y no meramente por obra de la función intermediaria del conocimiento. El dogmatico no ve esta función, y esto pasa, no solo en el terreno de la percepción, sino también en el pensamiento. Según la concepción del dogmatismo, los objetos de la percepción y los objetos del pensamiento nos son dados de la misma manera: directamente en su corporeidad. En el primer caso se pasa por alto la percepción misma, mediante la cual, únicamente, no son dados determinados objetos; en el segundo, la función del pensamiento. Y lo mismo sucede respecto al conocimiento de los valores. También los valores existen, pura y simplemente, para el dogmatico. El hecho de que todos los valores suponen una conciencia valorante, permanece tan desconocido para el como el de que todos los objetos los objetos del conocimiento implican una conciencia cognoscente. El dogmatismo pasa por alto, lo mismo en caso que en otro, el sujeto y su función. 

Bibliografía: Hessen Juan, teoría del conocimiento, libro de edición popular, paginas 46, 47,48 - Documento utilizado con fines académicos